El sabor tan característico junto con lo versátil y económico que es, convierten al mejillón gallego es uno de los mariscos más populares en nuestras casas.
La forma más típica de cocinarlos es al vapor (con un chorrito de limón) pero admiten multitud de preparaciones: en empanada, con salsa picante (rabiosos), rebozados (tigres) o como la receta que os traigo hoy: en escabeche.
El escabeche es una técnica de conservación de los alimentos en una solución ácida, como pueden ser el vinagre o el vino con otros ingredientes (laurel, pimienta, ajo..) para aportar nuevos matices.
Elaborar un escabeche en casa es de las cosas más sencillas y al mismo tiempo satisfactorias que existen. Al fin y al cabo, ¿quéi hay más cómodo y reconfortante que abrir un bote de mejillones y comértelos directamente?
Ingredientes
Información nutricional
Elaboración
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1 Lavar los mejillones
Empieza quitando las barbas y limpiando las conchas.
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2 Abrir los mejilones
Ponlos en una olla junto con 40ml del vino blanco y unas hojas de laurel. Cuece 5 minutos, retíralos y cuela el agua.
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3 Escabeche
Prepararemos el escabeche vertiendo el aceite en una sartén e incorporando los dientes de ajo, junto a unos granos de pimienta negra y otro poco de laurel. Aguardaremos a que los ajos se doren ligeramente. Con el aceite fuera del fuego, añade 2 cucharadas de pimentón y removemos para que no se queme. Agregamos el vinagre de manzana, el resto de vino blanco y llevamos a ebullición para eliminar el alcohol. Por último vertemos un poco del agua de los mejillones y dejamos que reduzca.
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4 Envasar/guardar
Con los mejillones ya fríos los introducimos en un bote de cristal, cubrimos con el escabeche, tapamos y metemos en la nevera al menos una noche.
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